BenínUna comida caliente, una sonrisa: la ONG Dagbémabou da esperanza a los escolares benineses

Publicado el 21/10/2025 | La rédaction

Benin

Es un día de alegría y solidaridad en la escuela pública Carpe Diem. Esa mañana, las caras de los niños estaban radiantes, las cacerolas humeaban y los corazones se abrían. La ONG Dagbémabou, presidida por Maurel Léolus HOUNGBÉDJI, había lanzado su programa humanitario "Una comida caliente por una sonrisa", una iniciativa nacida de la diáspora beninesa en Bélgica, apoyada por socios belgas, entre ellos la ciudad de Verviers. El objetivo es ofrecer una comida caliente diaria a los alumnos de familias con pocos recursos y crear un entorno escolar más humano.

Para el Director de Carpe Diem, Achille Quenum, esta acción va mucho más allá de un simple gesto caritativo: "Esta iniciativa tiene un profundo impacto humano y educativo. Es una expresión concreta de la idea de que la escuela no es sólo un lugar de aprendizaje, sino también un lugar de bienestar y solidaridad. Ofrecer una comida caliente devuelve la sonrisa y la dignidad a los niños que a menudo acuden a la escuela con hambre. Para nosotros, en Carpe Diem, es una forma de decir que cada alumno cuenta", confía emocionado.
Antes de esta intervención, la realidad cotidiana de los niños era más difícil. "Muchos de ellos llegaban sin desayunar y pasaban el día sin una comida adecuada. El resultado era cansancio, falta de concentración y, a veces, incluso desánimo", explica. Hoy, el cambio es visible: mejor asistencia, mayor atención y alegría renovada. "El ambiente en el comedor se ha convertido en un ambiente de compartir y de fraternidad", subraya.

Los padres están muy agradecidos. El representante de los padres agradece calurosamente a la ONG Dagbémabou: "Este proyecto es una bendición. Alivia a muchas familias y devuelve la confianza a los padres. Vemos a nuestros hijos felices y motivados, y ése es el mayor regalo. " Y pide que el programa sea permanente: "No queremos que sea un gesto puntual, sino a largo plazo. Y por qué no, que otras escuelas también puedan beneficiarse de él. "
"Gracias por hacernos sonreír
Quizá la voz más conmovedora del día vino del portavoz de los alumnos beneficiarios. "Antes, algunos de nosotros pasábamos todo el día sin comer. Ahora tenemos fuerzas para escuchar a los profesores. Gracias a Dagbémabou, gracias a nuestros padres y a todos los que piensan en nosotros", dijo en medio de un atronador aplauso. A continuación, los niños entonaron una canción de agradecimiento, símbolo de su gratitud y alegría compartida.

Para Maurel Léolus HOUNGBÉDJI, Presidente de la ONG Dagbémabou, representada, esta acción es el reflejo de un compromiso ciudadano y de una fraternidad transnacional: "Con esta iniciativa queremos demostrar que la solidaridad no conoce fronteras. Nosotros, miembros de la diáspora beninesa en Bélgica, queremos contribuir al bienestar de los niños de nuestro país. Esta comida caliente no es sólo un acto de caridad, es un acto de amor, esperanza y responsabilidad hacia nuestro futuro colectivo. "
El representante del presidente de la ONG agradeció a los socios belgas su apoyo constante y elogió la cooperación con el personal de la escuela: "Juntos, estamos sembrando semillas de esperanza. Porque alimentar a un niño significa construir la nación del mañana. "

Solidaridad sin fronteras

Por último, el Director de Carpe Diem lanzó un llamamiento a la buena voluntad: "Las tasas escolares ascienden a menos de 100 euros por niño y año. Algunos padres no pueden pagar esta cantidad, lo que lleva a los niños a abandonar la escuela. Invitamos a todas las personas de buena fe a apoyar a estos niños mediante el apadrinamiento. "
Mezcla de implicación comunitaria, solidaridad internacional y esperanza en un futuro mejor, el proyecto "Una comida caliente por una sonrisa" es la prueba viviente de que la bondad puede transformar la vida de los niños, plato a plato.
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